El pasado 6 noviembre se efectuó la carrera "Nike: 80.000 razones para correr". En diferentes partes del mundo miles de personas se preparaban para correr y, en la finca el Faro un joven que había vivido en las calles, soñaba con competir en una carrera de envergadura internacional.
Durante tres semanas este joven perseveró levantándose a las 4 de la mañana para poder participar en esta competencia.
El día de la carrera, entre el temor, sudor, ganas de orinar, gente vestida de naranja, etc, Martín empezó a correr y con un tiempo envidiable de 46 minutos para 10 largos kilómetros cruzó la meta, alcanzando no el triunfo del primer lugar, pero si la pasión por esta disciplina y el descubrimiento de un gran pontencial escondido en sus piernas.